Tristemente, en el mundo empresarial son frecuente las duras y difíciles barreras que se les ponen a aquellos empleados que denuncian o tienen la intención de hacerlo:
Desde atribuirles falsos alegatos, retribuciones por parte de los supervisores/gestores e incluso, llegado el caso, amenazar con el despido. Este tipo de casos no hacen más que mermar el potencial del posible denunciante.
Aun así, algunos se dejan llevar por la motivación de hacer las cosas bien, porque saben que es lo correcto o, simplemente, para poder continuar con sus vidas con la conciencia tranquila…
Los denunciantes (o posibles denunciantes) no solo necesitan saber que la Ley puede garantizarles la protección que necesitan, deben confiar en que la organización a la que pertenecen les animará y apoyará en todo el proceso de denuncia.
Los sobornos, retornos y comisiones son a menudo la parte donde la cultura de la Empresa está enfocada más en la ganancia y en el beneficio fácil que en el funcionamiento correcto y ético de la compañía.
A menudo, se disuadirán a los empleados éticos, que directamente no están implicados en la mala conducta, con el objetivo de que los problemas no salgan a la luz. De esta manera, los empleados no harán caso de Los canales de denuncia porque se escudarán, y con razón, en la indiferencia de la dirección superior con la conducta ética del negocio, si a esto sumamos que la gestión puede que tome represalias contra aquellos que deciden denunciar una conducta poco ética, el mensaje en el nivel operacional es claro y rotundo:
¡No te metas en lo que no te importa, no hagas preguntas y limítate a tu trabajo si quieres mantenerlo!
Y luego cuando, tras las investigaciones corporativas, las multas más que significativas y la evidente perdida de reputación, la dirección ejecutiva y el consejo se preguntan:
¿Por qué nadie nos avisó sobre esto antes?
La respuesta es simple:
«Perseguir y Maximizar el beneficio al precio que sea» es el origen de una cultura de incumplimiento en todos los niveles. Un sistema de canal de denuncias no tiene sentido cuando los empleados no pueden confiar en que la dirección tomará la acción apropiada.
La confianza, ¿Por qué es tan importante?
Es sabido que Los canales de denuncia son una práctica necesaria, una buena práctica de negocio. Actualmente, estos canales proporcionan protección para los que actúan como denunciantes, y a su vez, permiten a reguladores responder a las malas prácticas.
El objetivo de estos canales, en resumen, es el de identificar, corregir y minimizar los comportamientos poco éticos. Establecer programas acertados, eficaces y lo más importante, de confianza, es tarea de la empresa y su cultura.
Las organizaciones pueden respaldarse en los informes periódicos de sus canales de denuncia y el sumatorio de visitas/denuncias para medir el uso total, pero los números no siempre dicen la historia completa. Los volúmenes bajos de visitas/denuncias podrían indicar una falta de confianza total en el programa y no que los empleados tienen pocos problemas o no se producen comportamientos poco éticos en la empresa.
Si un empleado decide no hacer una denuncia, y una fuente exterior más tarde descubre la mala conducta, la organización puede afrontar tanto pérdidas financieras, como el daño a la reputación. Sin embargo, (pongámonos en el lugar del empleado) si realmente decide hacer un informe y no existe una cultura de confianza, cumplimiento y buenas prácticas en la empresa, él o ella podrían ser víctimas de las represalias, incluyendo el despido.
El empleado pone en la balanza estas posibilidades, y por supuesto elegirá aquello que no le entrañe perjuicio alguno, como es lo normal.
Según el Informe de 2016 de ACFE a las Naciones sobre el Fraude y Abuso Profesional, el 39.5% de fraudes denunciados por Los canales de denuncia se encontraban en etapas tempranas o iniciales y aun no estaban extendidos por toda la empresa.
Este dato nos enseña lo importante que es detectar a tiempo el fraude o una mala práctica en nuestra empresa, si los empleados no se sienten cómodos denunciando (no tienen confianza) simplemente no lo harán, por lo que, cuando se descubra el problema, posiblemente el daño sufrido sea casi imposible de reparar.
Fuente:
Top 10 factors leading to hotline distrust by Ryan C, Hubbs & Julia B, Kniesche
Fraud-Magazine.com – Julio/agosto 2016
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Gracias por el artículo, lo cierto es que no existe una cultura de la denuncia de irregularidades en la mayoría de los países, en muchos casos esto se debe a que el sistema está corrupto y no hay las respuestas adecuadas, sin embargo, vale destacar que en muchos países se está avanzando mucho en el tema de la transparencia y las personas están denunciando con mayor frecuencia.
Gracias por el artículo, lo cierto es que no existe una cultura de la denuncia de irregularidades en la mayoría de los países, en muchos casos esto se debe a que el sistema está corrupto y no hay las respuestas adecuadas, sin embargo, vale destacar que en muchos países se está avanzando mucho en el tema de la transparencia y las personas están denunciando con mayor frecuencia.