El próximo domingo 23 de junio se celebra el Día Internacional del Whistleblower, una fecha dedicada a reconocer y proteger a aquellos individuos que, con valentía, denuncian actividades ilícitas, corrupción o cualquier tipo de irregularidad en organizaciones públicas y privadas. En España, los últimos años han sido testigos de importantes cambios legales y sociales que buscan fortalecer la protección de los whistleblowers.
Contexto y Significado del Día Internacional del Whistleblower
Los «whistleblowers» son personas que exponen actos corruptos o ilegales dentro de una organización. Estos actos pueden incluir fraude, corrupción, malversación de fondos o violaciones de derechos humanos, entre otros. Celebrado cada 23 de junio, el Día Internacional del Whistleblower busca concienciar sobre la importancia de proteger a estas personas comprometidas con las buenas prácticas, el respeto de los derechos humanos y, en definitiva, con los intereses últimos de las empresas. Es por todo ello que existen múltiples normas a nivel nacional e internacional destinadas a proteger a estas personas de las posibles represalias que puedan sufrir por su comunicación.
En España, el año 2023 ha sido clave en la protección de los whistleblowers. Recordemos algunos de los hitos claves sucedidos durante este año:
Implementación de la Directiva Europea de Protección del Whistleblower
Uno de los cambios más significativos en España durante 2023 fue la implementación de la Directiva (UE) 2019/1937 sobre la protección de las personas que informen sobre infracciones del Derecho de la Unión. Esta directiva establece un marco común para garantizar que los whistleblowers reciban una protección adecuada contra represalias y que sus denuncias sean tratadas de manera efectiva.
En marzo de 2023, España aprobó la Ley 2/2023, que adapta esta directiva al ordenamiento jurídico español. Entre las medidas más destacadas se encuentran:
Canales de Denuncia Internos y Externos: Las empresas y organizaciones del sector público están obligadas a establecer canales internos de denuncia para recoger y gestionar las informaciones de manera segura y confidencial. Además, se ha previsto un canal externo gestionado por la Autoridad Independiente de Protección del Informante (AAI), aunque seguimos pendientes de la efectiva creación y puesta en funcionamiento de este órgano por parte del ejecutivo.
Protección contra Represalias: La ley garantiza protección contra despidos, suspensiones, degradaciones y cualquier otro tipo de represalia que pueda sufrir el whistleblower. También se prevén sanciones para aquellos que intenten tomar represalias contra los denunciantes.
Confidencialidad: Se asegura la confidencialidad de la identidad del whistleblower durante todo el proceso de investigación.
Incremento en el Número de Denuncias
Desde la entrada en vigor de la nueva ley, se ha observado un incremento significativo en el número de denuncias presentadas por whistleblowers. Durante el segundo semestre de 2023 se registraron un 30% más de denuncias en comparación con el mismo período del año anterior. Esto indica una mayor confianza en los mecanismos de protección y una creciente concienciación sobre la importancia de denunciar irregularidades.
Formación y Sensibilización
Se han lanzado campañas nacionales de formación y sensibilización dirigidas tanto a empleados como a directivos de empresas y organismos públicos. Estas campañas tienen como objetivo educar sobre los derechos y obligaciones relacionados con la protección del whistleblower, así como fomentar una cultura organizacional ética y transparente.
Todos estos cambios contribuyen en gran medida a la difusión de una cultura ética en las empresas que se va a traducir en un mayor cumplimiento legal, una mejora en los procesos de trabajo de la empresa y un mayor control sobre las operaciones que se realizan, entre muchos otros beneficios.
Por lo tanto, proteger a los whistleblowers es siempre una acción acertada que, sin duda, tendrá un impacto muy positivo en las empresas.
